En general hemos tenido bastante suerte, porque el tiempo nos ha respetado bastante. Pero aún así, se nos ha hecho bastante más duro. Al final ha podido más el malestar de tener la casa patas arriba que la sensación de estar desprotegido, puesto que cualquiera que se saltara la vaya de casa se plantaba en nuestra habitación, puesto que nosotros estábamos allí durmiendo…
Es curioso, porque la sensación de estar durmiendo casi en la calle la he tenido justo cuando se terminó la obra y me di cuenta de lo brutos que fuimos al quedarnos por allí…
Pero lo mejor es que todo se ha terminado y ahora el salón es más estrecho (a Fran no le termina de convencer), pero tenemos una habitación más.
Después de mil visitas a Ikea (más o menos) hemos conseguido comprar las estanterías del salón y el sofá, que desde este fin de semana ya están en casa y montadas!! Al final, previo pago, los de Ikea nos llevaron las cosas y nos lo montaron. Para no perder la práctica, Fran y yo nos encargamos de montar una estantería.. Los montadores de Ikea tardaron una media hora por estantería y nosotros tardamos unas 3 horas… en nuestro favor hay que decir que nosotros no tenemos el destornillador automático que ellos tenían y así se hace más difícil…
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