Escocia I

Después de haberme pasado el último mes con un recordatorio diario de los días que nos quedaban para ir a Escocia y ya se ha terminado el viaje. .. una lástima...
La verdad es que nos lo hemos pasado fenomenal y nos ha encantado. Fran ya conocía Edimburgo, pero para mi ha sido la primera vez en todo, tanto para Edimburgo como para los Highlands...
Fran se había cogido de vacaciones el viernes, pero yo fui a trabajar, aprovechando que tenía que perder solamente dos horas de curro... Quedamos en encontrarnos los dos en los mostradores de facturación de Easyjet, pero para mi sorpresa, cuando llegué allí, Fran no estaba y lo peor es que le llamaba y me daba todo el rato que tenía el móvil apagado o fuera de cobertura... Cuando ya quedaba solamente media hora para que se acabara la facturación y a un segundo de facturar yo sola por mi cuenta, conseguí hablar con él y que llegara corriendo al mostrador. Lo que le había pasado es que cuando iba en el metro en Pza de Castilla, no se acordaba si había cogido o no la cámara de fotos... Miró en la mochila y no la encontraba, con lo que salió a la calle y se volvió en taxi a casa, donde se puso a buscar la cámara (que no encontró porque estaba dentro de la maleta!!!) y le tocó volver corriendo en taxi al aeropuerto... Menos mal que de casa al aeropuerto hay sólo 10 minutillos...
Como ya en los aviones no te dan nada y si lo pagas, está a precio de oro... Nos comimos nuestros sandwiches (que habíamos comprado en el VIP's) en la sala de espera del aeropuerto... Comparado con otras veces que directamente nos llevamos la tartera, quedaba hasta chic y todo... Somos lo más parecido a Paco Martínez Soria...
Llegamos a Edimburgo y la conexión con la ciudad es facilísima, vamos, salir del aeropuerto y buscar el autobús nº 100 que es el que lleva a la ciudad, con el ticket te dan un mapa... Y en 30 minutos llegamos a nuestro hotel...
Me encargué yo de hacer el check-in, porque en las ganas de llegar a la ciudad, nos llevamos la maleta de otra persona... (es lo malo de tener una maleta que te regalan en La Caixa por abrir una cuenta...).
Una vez ya preparados, nos fuimos a dar una vueltecita y terminamos (sin quererlo) en el pub más antiguo de Edimburgo tomándonos unas pintas al ladito de 3 que vestían el kilt.
La verdad es que lo del kilt es algo que me ha sorprendido bastante, porque he visto que lo usan más habitualmente de lo que yo pensaba... Será que de ver a Sean Conery con kilt, siempre he pensado que lo utilizaban únicamente para ceremonias, y no, cuando van de cena lo llevan puesto, con lo que hemos visto a más de uno y de dos por la calle con kilt... Y añado, que he sido buena, y no le he levantado la falda a ninguno para comprobar si es cierto que no llevan nada debajo.
Nuestra aventura no terminó con las pintas, sino que cuando volvimos al hotel, sonó la alarma de incendios y nos tocó desalojar el hotel... está visto que este año tenemos un punto con el fuego tremendo...