30 mayo 2007

EL TOCADO.
La historia del tocado viene desde lejos.. Siempre me han gustado los tocados, los sombreros que se ven en Ascot y demás... La pena es que en España es algo que se ve en contadas ocasiones.. Como soy un culo inquieto por naturaleza y todo lo tengo que probar (esto lo dice mi madre...), pues encontré una página web inglesa que informa sobre sus cursos de sombrerería y vende libros online para hacer tocados, flores de tela y sombreros. Así que me compré el libro de los tocados y la boda de Jesús y Verónica ha sido el evento necesario para dar el pistoletazo de salida...
Lo malo de hacer tocados es que el tejido necesario (sinamay) es imposible de encontrar en España.. al menos en mi circuito habitual, Pontejos, Cobian, Ribes y Casals, y demás... Sólo encontré un sitio en la calle Toledo que vende sinamay en piezas de 40 cm y 5m de largo (la que me compré). Encontré otra tienda de tapicerías por la misma zona que vende rafia de colores y se puede utilizar para el mismo fin...
Las plumas son de Pontejos, que tienen pocos modelos, pero justo los que más me gustan a mi...
Bueno, adjunto unas cuantas fotos sobre el proceso.. Básicamente consiste en cortar una 3 piezas de sinamay, darles la forma que se quiera.. a esas piezas se le tiene que coser un alambre para que coja forma..















el alambre se tapa con una cinta hecha con sinamay y lo que sobra se utiliza para adornar..









Cuando tenía esto hecho, pegué el tocado a una diadema para que me fuera más fácil llevarlo puesto...

Aquí hubo sus más y sus menos, para ponerlo en el sitio justo, ponerse la diadema y luego colocar el tocado como te gusta es fácil, quitártelo sin que se mueva un milímetro y pegarlo a la diadema sin que se mueva tampoco... eso es harina de otro costal... en el proceso aproveché para probárselo a Fran, pero no hay documento gráfico, porque expresamente me lo prohibió diciéndome "Ni de coña me sacas una foto que luego la pones en el blog..." A veces me doy cuenta que me conoce más de lo que yo creo... jajaja.
Y después le pegué las plumas.. Las primeras que compre (más baratas) no me gustaron, así que después de otra excursión a Pontejos conseguí las que me gustaron (las más caras...).











Pegar las plumas implicó terminar de loctite hasta la lengua (literal!!! se me ocurrió chuparme un dedo y dio la casualidad que estaba lleno de pegamento... qué asco!!! Sigo viva así que no debe ser muy tóxico o que me tomé poco....).
Terminé a las mil, pero el resultado valió la pena... de hecho me apetece hacer alguno más...












Lo último fue comprar una caja (en los veinte duros) para que no se me arrugue y buscar dónde lo coloco...

1 comentario:

Anónimo dijo...

MENTIRA MENTIROSA¡¡¡¡¡¡ EN ESPAÑA LO TIENEN TODO PARA HACER TOCADOS ...VIVO INDIGNADA POR NO VIVIR ALLA...ACA DEBO PEDIR TODO DE EUROPA SI QUIERO HACER UN BUEN TOCADO¡¡¡