05 junio 2009


Ohhhh se ha acabado nuestro viaje a NY!!! Qué pena!!! Ahora toca trabajar un poquito, para ganar dinerito y poder pagar las siguientes vacaciones…
El viaje empezó de la mejor manera, gracias a la recién adquirida Iberia Plus Oro y a haber facturado con antelación, nos hicieron el upgrade a business.. qué lujo!!! Lo hicimos siguiendo el consejo de mi amiga Patricia, gracias Pat!!!
Para empezar por cada fila hay ya dos asientos menos, van 2+2+2 en lugar de 2+4+2 de turista. Según llegas y te acabas de sentar te dan un aperitivo. Nada de los cacahuetes rancios y el zumo de naranja.. Noooo, pudiendo elegir lo que quieras nos tomamos una copita de albariño y nos pusieron unos cacahuetes que parecían rebozados en algo, suena raro pero estaban muy buenos.
Pasaron varias veces a rellenarnos el vaso antes de servirnos la comida, que no tiene nada que ver con la de turista… Esta sí que está buena. De primero una ensalada con ventresca de atún, de segundo me pedí la carne y luego de postre había un pastel con muy buena pinta. Todo súper lujoso, con mantel y todo!!!, pero lo mejor es el asiento.. en lugar de la mierda de turista, éste es mucho más amplio y lo puedes reclinar, subir las piernas, etc. Además tienes una tele por persona, en la que puedes elegir pelis, música, juegos, etc. Fran y yo vimos dos pelis, una era La duquesa y la otra no me acuerdo. Como podías elegir el idioma, aprovechamos a verlas en inglés.
Como es menester en mis últimos vuelos personales, aproveché a llevarme el punto. Si en lugar de las típicas agujas rectas, llevas unas circulares, pasas el arco sin problemas (hecho comprobado 100% en numerosas ocasiones por una servidora). Así que más ancha que pancha, me saqué mis enseres y me puse a hacer punto.. Se me dio bastante bien y pude hacerme más de media manga del jersey que estoy haciendo. Lo que mola es que la gente se queda de lo más sorprendida cuando te ve hacer algo semejante… Sinceramente, por mucho que me guste leer, soy incapaz de pasarme 7 horas leyendo y como hacer punto me permite hacer otras cosas, principalmente ver la tele, pues miel sobre hojuelas…
También en business nos dieron un neceser con productos para el vuelo: hidratante, colonia, cacao para los labios, unos calcetines y un antifaz para dormir. Está claro que los neceseres se fueron con nosotros según abandonamos el avión.
Cuando llegamos a JFK, los típicos papeleos para entrar en USA (qué pesados son) y buscar el autobús para ir a Gran Central Station, que era la parada más cercana a nuestro hotel que estaba en la calle 46 entre la 5ª y la 6ª Avenida.
Llegamos al hotel, hicimos el check in e inmediatamente salimos a la calle, primero a saludar a Times Square y luego a comprar algo para la cena de José Andrés que llegó cerca de las 12 de la noche.
Al día siguiente, lo primero fue visitar la Estatua de la Libertad, que gracias a tener que comprar el flash a mi padre la vez anterior no pudimos verla. En lugar de coger el barco de los turistas, lo hicimos con el Ferry de Staten Island y gratís. Después fuimos a visitar la Bolsa de NY y el financial district y seguimos visitando la ciudad, paseando por SOHO, donde yo aproveché a pararme en Purl y hacer la primera compra de lana y revistas de punto… Salí unos cuantos dólares más pobre…. En el SOHO aprovechamos a comer pizza en Lombardi’s, una pizzería de 1906 de lo más recomendable, la pizza estaba buenísima. Por la tarde aprovechamos a hacer alguna que otra comprichuela con mi hermano en Gap y para pasear por Central Park que mi hermano no llegó a visitarlo la vez anterior. Por la noche fuimos a cenar al Garment District, dudamos entre un sitio de hamburguesas o un griego, pero al final terminamos en el griego.
El domingo fue el día del Metropolitan y Central Park. El Metropolitan es impresionante de caro y de grande. La verdad que visitar en menos de quince días el British Museum y el Metropolitan ha sido un poco too much. Yo aproveché a hacerme una fotillo en las escaleras del Met, haciendo honor a Blair Waldorff de Gossip Girl.
Además coincidió que era el día de la Jewish Parade, bastante interesante, principalmente la explosión demográfica. Nos quedamos flipados, había un montón de parejas mucho más jóvenes que Fran y yo que iban por su segundo o tercer hijo… Muy fuerte.. La verdad es que la Jewish Parade se parecía un poco al día del orgullo gay en Madrid, por el tema de las carrozas, no por el tema de la pluma, claro. Había mogollón de carrozas patrocinadas, por marcas de comida kosher, incluso vimos desfilar a los trabajadores de El Al.
Compramos la comida en The whole foods market y nos fuimos a Central Park a comerla.. Para pasar por puros newyorkers nos faltó la mantita o las sillas de playa o el frisbee…
Seguimos paseando y acompañamos a Jose Andrés al hotel a recoger su maleta y a Central Station para que cogiera el bus de camino a JFK porque el domingo se volvía a Méjico.
Por nuestra parte aprovechamos el lunes y el martes para seguir visitando la ciudad, hacer más compras y corrimos en Central Park los dos días!!! Somos unos molones.. Yo visité otra tienda de punto en el Upper West Side (Knitty City), allí Fran recibió su primera lección de punto, mucho me temo que va a ser la última… En los días que nos quedamos Fran y yo, volvimos a pasear por el SOHO.
El miércoles fue el día del puente de Brooklyn, qué ilusión pasear por allí, me encantó. Lo malo es que el miércoles en el bus llovía un montón y pillamos un atascazo de impresión, menos mal que salimos con muchísimo tiempo y no hubo problema, porque si no nos hubiéramos comido los puños.. Como el vuelo iba medio vacío no hubo oportunidad de upgrade, qué pena…
En JFK casi no hay tiendas, principalmente hay revistas y golosinas, con lo que acabamos rápidamente el tour y nos dirigimos a la sala vip de BA que con mi Iberia Plus Oro nos dejaban pasar.. Por supuesto nada que ver los asientos de la sala vip con los de las salas de espera del aeropuerto.. y además como tienes alguna cosa de beber y de comer a tu disposición… Hicimos bien en aprovechar a tomar algo porque la comida que nos dieron en turista estaba malísima. Tomo nota para otra vez que vuele con Iberia en un vuelo largo, que si me toca en turista me tengo que llevar un bocata… pese a que el asiento no era el lujazo del de la ida en Business, pero gracias al cansancio y a la almohada cervical que me había regalado mi madre caí rendida en la que el avión empezaba a ir por la pista para despegar..
Cuando llegamos descubrimos que están haciendo obras en la piscina de casa y no sabemos cuándo nos vamos a poder bañar.. Mientras nosotros intentábamos dormir un poquito, los obreros se encargaban de hacer un ruido de impresión. El resto, lo de siempre, poner lavadoras, deshacer la maleta, sacar una foto a las compras varias….
Y ya pensando en el próximo viaje.. que las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina!!!

No hay comentarios: